Apocalispsis
Y
apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida de sol.
Y
apareció en el cielo otro signo: un Dragón rojo como el fuego. Su cola arrastraba
una tercera parte de las estrellas del cielo. El Dragón se puso delante de la
Mujer, su trono y el desierto. Entonces se libró una batalla, y se escuchó una
voz:
Despreciaron su vida hasta la muerte,
¡que se alegren los que saben que les queda poco tiempo!